Madrid, 5 feb (PL) Tarde para la ira, ópera prima del también actor Raúl Arévalo, se impuso hoy como la mejor película española de 2016 en la 31 edición de los Premios Goya.
La cinta de Arévalo venció a la favorita Un monstruo viene a verme, de Juan Antonio Bayona; al melodrama Julieta, de Pedro Almodóvar, y a los thrillers El hombre de las mil caras, de Alberto Rodríguez, y Que Dios nos perdone, de Rodrigo Sorogoyen.
Tarde para la ira, un turbio e intenso thriller sobre la violencia y el deseo de venganza, llegó a la gala de los Goya -considerados los Oscar del cine español- con 11 nominaciones y finalmente se alzó con cuatro.
Además de mejor película, conquistó otras tres estatuillas del busto del pintor Francisco de Goya: mejor dirección novel (Arévalo), mejor actor de reparto y mejor guion original.
Sin embargo, Un monstruo viene a verme fue la gran ganadora de la fiesta del cine español, que se extendió hasta esta madrugada en el hotel Auditorium de Madrid, al obtener nueve de las 12 candidaturas con las que partía, entre ellas la de mejor director para Bayona.
Con un reparto internacional formado por Sigourney Weaver, Liam Neeson, Felicity Jones y el niño Lewis McDougall, Un monstruo viene a verme fue el mayor éxito de taquilla del año pasado en España (4,6 millones de espectadores).
Este drama fantástico narra la conmovedora historia de un niño que trata de lidiar con el cáncer de su madre ayudado por un monstruo que se le aparece en su mundo imaginario.
Bayona debutó a lo grande en 2007 con El orfanato, que se llevó siete premios Goya, incluido el de director novel.
Lo imposible (2013) conquistó otros cinco, entre ellos el de mejor director, además de convertirse en uno de los mayores éxitos de taquilla de la historia de este país europeo.
Otra de las grandes ganadoras de la noche fue Emma Suárez, que recogió en el escenario los Goya a la mejor actriz protagonista, por su trabajo en Julieta, y a la mejor actriz de reparto por su papel en La próxima piel.
En el primer de esos apartados, Suárez (Madrid, 1964) competía con Penélope Cruz (La reina de España), Carmen Machi (La puerta abierta) y Bárbara Lennie (María y los demás).
Roberto Álamo consiguió el premio a mejor actor protagonista por su papel de policía en Que Dios nos perdone.
Rivalizaba con Eduard Fernández, nominado por El hombre de las mil caras, y con Antonio de la Torre y Luis Callejo, ambos por Tarde para la ira.
El Goya a la mejor cinta iberoamericana fue para la argentina El ciudadano ilustre, de Gastón Duprat y Mariano Cohn, mientras que la francesa Elle, del holandés Paul Verhoeven, se llevó el premio a la mejor producción europea.
El ciudadano ilustre consagra el dominio argentino en esta categoría de los Goya, donde el año pasado se impuso El clan, de Pablo Trapero, y en 2015 Relatos salvajes, de Damián Szifron.